sábado, 9 de noviembre de 2013

Derechos y libertades inalienables de la mujer.

Acerca de los derechos de la mujer:

En esta nueva aportación al blog de la asignatura de Economía Política II, quisiera dar mi opinión sobre el debate originado en clase en la semana que acaba de concluir, acerca de la libertad, igualdad y derechos inalienables de la mujer.

Fueron muchos los problemas y polémicas suscitados en torno a este tema. Y es que aun hoy en día vivimos en una sociedad en la cual la mujer no esta integrada plenamente sino parcialmente en muchos de los ámbitos que conforman el sistema social.

Es el mercado de trabajo y el derecho a acceder a este el principal tema de debate.
Todas las personas deben tener las mismas oportunidades en este sentido, sin ser objeto de discriminación por raza, color, sexo, edad, idioma o creencias religiosas. Muchos países han promulgado leyes que castigan al que niegue un puesto de trabajo a una persona por alguno de los motivos anteriores.
Incluso algunas organizaciones van todavía mas lejos, abogando por una política de discriminación positiva, como por ejemplo la que se deduce de fomentar el empleo de una minoría étnica.
Aunque se han logrado importantes mejoras en cuanto a la igualdad de oportunidades, los hechos demuestran que todavía queda un largo camino por recorrer.

Según la Declaración Universal de Derechos Humanos, “cualquier persona puede prevalerse de todos los derechos y libertades proclamados en la presente Declaración, sin distinción de sexo”. Esta afirmación fomenta la lucha por el reconocimiento efectivo de los derechos de la mujer en cualquier parte del mundo, sea cual sea su condición social, origen, lengua o religión.
Los Derechos Humanos establecen que ninguna mujer puede ser privada de sus derechos ni discriminada respecto al varón.

Podemos afirmar que el trabajo desempeñado por las mujeres a lo largo del tiempo y su contribución a la economía ha variado dependiendo de los valores sociales, costumbres y necesidades.
En la prehistoria, hombres y mujeres participaban a partes iguales en la caza y búsqueda de alimentos.
Cuando se desarrollaron las comunidades agrícolas, y por tanto el surgimiento de los asentamientos humanos, el trabajo de la mujer quedo relegado a las tareas del hogar.
Mas adelante y con el desarrollo de los centros urbanos, las mujeres vendían e intercambiaban bienes en los mercados.

Las mujeres han trabajado por necesidad, es decir, aquellas con un menor nivel económico trabajaban fuera de casa, ya estuvieran casadas o fueran solteras, sobre todo si el sueldo de sus maridos no permitía mantener a toda la familia.

Pero el principal foco de conflicto es cuando se afirma que el trabajo remunerado de las mujeres ha sido y es análogo a sus labores en hogar.
Todavía en pleno siglo XXI encontramos multitud de países que no contemplan otro modelo de sociedad, viven ancladas en el pasado, negando a la mujer el derecho de realizarse como personas en el sentido más amplio de la palabra.

Aquí nos enfrentamos al principal tema de debate en clase. Y es que una vez que aceptamos que hombres y mujeres deben contribuir por igual en las tareas domesticas, surge la siguiente pregunta: ¿Debe la mujer incorporarse al mercado laboral para sentirse realizada?
Como pude analizar y escuchar el punto de vista de mis compañeros de clase, todos ellos respetables, quiero dar el mío.
Para mi actualmente hay una mayor proporción de mano de obra femenina en la fuerza de trabajo que antaño, han disminuido sus cargas familiares (cuidado de los hijos y tareas domesticas), tienen un mayor nivel cultural y salarial, y ocupan puestos de mayor rango.
Sin embargo todavía no han logrado equipararse en todos estos ámbitos en ningún país por muy desarrollado que sea.
Estoy totalmente a favor de que estos niveles se igualen hasta que su porcentaje sea el mismo entre ambos sexos, sin embargo no creo que la inserción en el mundo laboral equivalga a la realización de la persona, ya sea hombre o mujer, ya que es igual de digno y no es ningún desdoro el cuidar de tus hijos, criarlos, hacer las tareas del hogar para mas tarde por ejemplo reinsertarte en el mercado laboral. Aunque no se este haciendo aportación económica alguna, estas contribuyendo de otra forma en tu hogar, con tu familia.

Son muchas las formas posibles de realizarse para una persona, no siendo la única manera el desempeñar un trabajo.

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