lunes, 20 de enero de 2014

Mantener los ojos cerrados no es la solución.


El contencioso catalán.

Hace un par de días haciendo mi lectura diaria de los principales periódicos informativos del panorama periodístico español, me detuve en una noticia la cual a tenor de los múltiples comentarios y críticas que ha suscitado he creído que seria de gran interés.
El periódico en cuestión del cual extraigo la noticia, es El País digital, de la sección política, y cuyo autor es Cesar Molinas.
                                                                                                            
El encabezado de la noticia titula, “Lo que no se quiere oír sobre Cataluña”, haciendo y metiéndose ya de lleno en el articulo sobre las causas que han derivado en lo que tenemos hoy en día, la fragmentación más importante dentro de nuestra nación, acompañada de un sentimiento latente entre gran parte de los ciudadanos catalanes, su firme deseo de disgregarse de España.

Califica el autor de este artículo a los catalanes como “europeos de pata negra”, siempre refiriéndose a ellos como esa sociedad que vive al Norte del Ebro, situando al resto de la península al Sur de este enclave geográfico, como otro territorio, ajeno a los primeros.
Pero no solo eso, justifica y reafirma la idea de los nacionalistas catalanes argumentando que en este territorio se ha trabajado la mentalidad menestral, esa en la que no se entiende el trabajo como un castigo divino, sino como un signo de elección, una mentalidad más que una situación, un concepto de la vida más que una forma de ganársela, sin embargo en el resto de España esta mentalidad esta poco desarrollada, por lo que se “frenan” las aspiraciones de aquellos que si que la consideran primordial, los catalanes.

Sin embargo, esta lectura me parece un cúmulo de argumentos y contrargumentos a favor y en contra de la fractura del país. Por un lado se justifica la postura catalana, mientras que por otro lado se considera que la fisura no beneficiaria a ninguna de las dos partes. Por ello se enumeran una serie de propuestas con el fin de sofocar el conflicto actual.
Ni España puede vivir sin Cataluña ni viceversa.

Un proyecto futuro mano a mano, impulsar un papel mucho mas activo de la población civil en este contencioso, y no dejar el problema solo en manos de aquellos que no desean resolverlo por comodidad, la clase política, son los pasos nuevos a dar en este camino lleno de obstáculos, salvables.




http://politica.elpais.com/politica/2014/01/18/actualidad/1390059028_662750.html

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